Quintana Roo entre ambiciones personales y traiciones partidistas

Eduardo Lara Peniche

No cabe duda que los cambios en el sistema político nacional han transformado por completo la realidad social de nuestro país; la falta de ideología, la ambición desmedida y las traiciones cotidianas al interior de los partidos políticos hoy en día son características muy comunes en los actores de la política nacional, en la que Quintana Roo se lleva las palmas.

Los abusos y excesos del  poder del PRI en Quintana Roo iniciaron la profunda transformación política misma que quedó de manifiesto en el éxodo masivo de militantes del mismo PRI, el PRD y algunos panistas en 2018, muchos de ellos se exiliaron en forma voluntaria en morena al grado de que algunos de ellos lograron apoderarse de la mayor parte de las candidaturas que estuvieron en juego; sin embargo, los intereses particulares en cuestión de asignación de candidaturas ha provocado un interesante fenómeno, el cambio de partido al menor indicio de no obtener la preciada candidatura, misma que representa millones de pesos al ocupar el cargo de elección.

Mientras en 2015 y 2016, los actores políticos de Quintana Roo despreciaron y se burlaban del arduo trabajo de los militantes de morena, en sus primeras participaciones electorales, para 2018, muchos de ellos dieron un salto más largo que de un atleta en juegos olímpicos y se apoderaron de la mayor parte de candidaturas que por derecho y mérito le correspondían a los militantes de morena que construyeron la base del partido para lograr poner a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la república, mientras en el estado, José Luis Pech, en su calidad de delegado de morena en Quintana Roo, negoció con sus aliados priistas la venta de candidaturas, desplazando a quienes lo arroparon en su fallido intento por lograr ser gobernador.

Los saltos que más llamaron la atención en el proceso 2018 fueron las candidaturas a diputación federal de Jesús “Chucho” Pool por el Distrito 4, su cuñada Mildred Ávila en el Distrito 3, así como la candidatura de Marybel Villegas para el Senado de la República, y la candidatura en el municipio Solidaridad de Laura Beristaín. Todos ellos participaron contra morena en 2016, en particular Laura Beristaín, quien fue diputada por el PRD en la XV Legislatura gracias a la alianza PAN-PRD.

Gracias a la figura de Andrés Manuel López Obrador en el proceso 2018 y el trabajo que en 2016 hicieron los militantes fundadores de morena en Quintana Roo, Marybel Villegas, Chucho Pool, Mildred Ávila, Adriana Teysier por el PES, Laura Beristaín y por supuesto José Luis Pech lograron colgarse de la alianza “hagamos historia” conformada por morena-PT-PES y satisfacer sus ambiciones personales, sin aportar nada para el crecimiento al partido y si descredito así como conflictos internos, en especial Marybel Villegas y Laura Beristaín, ambas marcadas por la corrupción y el oportunismo que las caracteriza.

Hoy, en pleno proceso electoral en el que se elegirá al sucesor de Carlos Joaquín González, dos de esos personajes vuelven a sacar el cobre en sus ansias por apoderarse de lo que no les corresponde ya que saben muy bien, desde 2018, que ninguno de ellos sería candidato a la gubernatura del estado, José Luis Pech por la falta de presencia electoral y Marybel Villegas por la estela de corrupción que le precede, así como por su fama pública de “chapulina”; sin embargo, los dos cómplices está trabajando a marchas forzadas por descarrilar el Tren de Mara Lezama.

Marybel Villegas ya había anunciado que de no tener la ansiada candidatura armaría un frente contra quien quedara y más contra Mara Lezama, estrategia que trabajó desde el Senado dorándole la píldora a Ricardo Monreal, apoyada por las amistades priistas que la saltarina política tiene en Quintana Roo, del mismo modo, José Luis Pech, cómplice de Marybel Villegas desde 2018, demostrando su verdadera personalidad y después de declarar que aceptaba la decisión del Comité Electoral de morena al designar a Mara Lezama como candidata a la gubernatura, hoy promueve en Chetumal grupos de choque para desprestigiar a la candidata de morena, en lo que es una gran traición no solo a morena, sino al presidente Andrés Manuel López Obrador quien le dio la confianza de ser delegado del partido en 2018, misma que le sirvió para despecharse con la cuchara grande.

Ante este panorama que ya es cotidiano en la político de Quintana Roo, la campaña 2018 de la alianza “Juntos Haremos Historia en Quintana Roo” conformada por morena-PT-Verde-FxM estará adornada con los ataques orquestados desde dos de las curules del Senado, en una muestra evidente que tanto José Luis Pech y Marybel Villegas no están en morena para apoyar a la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y si están por su desmedida ambición que nada tiene que ver con el bienestar de la población de Quintana Roo, y las pruebas están a la vista con los dos personajes marcados por la corrupción a su paso por cargos públicos, ya que como bien dice el refrán popular “gallina que bebe huevo, aunque le quemen el pico”.

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