Eduardo Lara Peniche
El registro de candidatos a la gobernatura de Quintana Roo permitió identificar la realidad política de nuestro estado, los actores políticos se reorganizaron en partidos y alianzas o otros decidieron irse por la libre, pero la mayor parte de todos dejaron en claro que en Quintana Roo no hay nada nuevo bajo el sol, lo único que cambió es el tono de los colores.
El primer valiente del proceso, Nivardo Mena Villanueva, fiel a la moda política, cambió del rojo comunista del PT a la ola de colores del MAS; mediante un discurso entre religioso y político prometió diseñar un proyecto incluyente y que erradique la desigualdad que prevalece en el estado; declaró que erradicará el secuestro de las instituciones; porque el objetivo primordial en su proyecto es la familia, fortalecerá la seguridad pública, la salud y la educación, fomentará el empleo y el Sur del estado será su prioridad, nada nuevo bajo la ola multicolor del MAS.
Por su parte Laura Fernández Piña, ahora pintada de amarillo, después de brincar al guinda para lograr el hueso federal, por el que abandonó al pri-verde, en su discurso dijo que no puede ver al estado en manos corruptas y agregó que está dispuesta a trabajar por Quintana Roo y su gente, sin improvisaciones, peleará por el hueso estatal, como mujer quintanarroense, madre de familia, esposa, profesionista, que ha dedicado su vida a servir a los demás, sabe hacerlo y aseguró que la gente lo sabe porque conoce sus resultados, otra que presentó más de lo mismo.
El tercer turno fue el de Leslie Hendricks Rubio, quien, a la sombra de su padre, el ex gobernador Joaquín Hendricks, declaró que se presentó sin cola que le pisen, que busca construir el futuro que se merecen las futuras generaciones de Quintana Roo, aseguró que hablaba con congruencia, dignidad e integridad, con lo cual dejó en claro que el discurso cubre la memoria del pueblo.
La cuarta ronda de discursos, la más aplaudida y apabullante, al puro estilo de la política revolucionaria mexicana estuvo a cargo de la única candidata que no ha cambiado de partido, Mara Lezama, quien por el acompañamiento que tuvo y el discurso que dio demostró que en Quintana Roo la política inicia un nuevo rumbo que permitirá recuperar el nivel que se perdió en Quintana Roo desde hace ya muchos años, y aunque duela, ese cambio será posible gracias a la integración de personajes con experiencia en la política y la administración política, ya que por lo que se pudo ver en el evento de la candidata de morena, sus aliados son viejos lobos de la política estatal, por lo que muchos de los oportunistas colgados de morena muy seguramente no podrán seguir chantajeando y tendrán que tomar el mismo rumbo de quien jamás tuvo la capacidad de fortalecer al partido de López Obrador, durante los años que lo tuvo a su cargo, por lo cual hizo su berrinche, enrolló su rebozo y se pintó de naranja.
El último de los candidatos en registrarse, José Luis Pech, quien también está a la moda al mudar de color, llegó acompañado de su nuevo padrino, Dante Delgado y como madrina llevó a Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán, famosa por el saqueo económico del estado vecino, en su discurso el chapulín Pech aseguró que los quintanarroenses deben recuperar el control del gobierno, aseguró que nadie debe quedarse viendo de lejos cómo continúa la depredación escudándose, en franca referencia a los gobiernos estatales en las que él participó en esa depredación, ya que indicó que en las tres últimas tres administraciones de Quintana Roo la corrupción ha sido la constante; José Luis Pech olvidó que él participó en dos de esos tres gobiernos, con Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, con lo que queda más que claro que el senador por Quintana Roo, gracias a la fuerza política de Andrés Manuel López Obrador, tiene una memoria muy corta, la cual muchos le recordarán su participación en la desgracia de Quintana Roo que él mismo provocó, al igual que le recordarán la traición que le acaba de hacer a quien le dio la confianza de ser delegado de morena.
Los actos de registro de los candidatos al gobierno de Quintana Roo dejaron un mensaje muy definido, la clase política del estado se ha reagrupado, ahora milita en morena gracias a que el apestado doctor Pech dejó de ser un estorbo para crear un verdadero partido político con estructura organizada y consolidada, condición que se empezará de ver en muy poco tiempo. Habemus política en proceso de reorganización en Quintana Roo.

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