La mala memoria de un traidor

Eduardo Lara Peniche

Pobre pueblo de Quintana Roo, con tanta riqueza natural y cultural y tan lejos de la justicia social.
Las declaraciones que José Luis Pech Varguez hizo al periódico El Universal permiten entender que Dante Delgado Rannauro no tiene la mínima idea de quién es ese Senador que le vendieron como candidato a gobernador en Quintana Roo.

Los quintanarroenses que tenemos cinco centímetros de frente o más, como es mi caso, y estamos atentos del quehacer político de nuestro estado no podemos de dejar de reír por las expresiones de José Luis Pech y los adjetivos que aplicó en contra del presidente del partido morena, Mario Delgado Carrillo, puesto que el hipócrita candidato a la gubernatura de Quintana Roo lo único que hizo fue describirse de cuerpo entero como dirigente político en Quintana Roo.

En una muestra de total falta de memoria, hipocresía y cinismo, Pech Varguez, ignorando la tracción que le hizo a Andrés Manuel López Obrador, se atrevió a calificar a los integrantes de morena como torpes” e “inexpertos, por el simple hecho de que él no fuera elegido como candidato al gobierno de Quintana Roo, en una segunda ocasión; recordemos que José Luis Pech hizo el ridículo en 2016 al obtener tan solo el 11% de votos en la elección que le ganó por mucho Carlos Joaquín, quien logró 45.6 % de los votos.

Ante la desatinada declaración de José Luis Pech al periódico El Universal, quienes estuvimos muy de cerca de él durante 2015, 2016 y 2017, sabemos más que bien, que el tipo es un personaje traidor, ambicioso, rastrero, hipócrita y calculador, puesto que desde que Andrés Manuel López Obrador le levantó la mano como candidato a gobernador, en noviembre de 2015, él no fue aceptado por un gran número de importantes militantes de morena en Quintana Roo, quienes trabajaron a brazo partido para lograr crear las condiciones sociales para que morena se convirtiera en partido político, acción en la que Pech jamás participó, pero si explotó a su favor.

En 2016, después de quedar en tercer y último lugar en la elección de gobernador, José Luis Pech recibió como premio de consolación la delegación estatal de morena, puesto en el cual demostró con creces su total incapacidad para dirigir un partido político, demostrando que lo que siempre lo ha movido es su ambición personal por encima de los objetivos de la sociedad. Como dirigente estatal de morena, Pech Varguez, como primera acción reunió a los 9 candidatos a presidentes municipales y tres candidatos a síndico, que resultaron electos como regidores en Quintana Roo, a quienes les exigió incluir al menos un asesor, con el salario más alto posible, así mismo, les exigió una cantidad mensual como aportación para gestiones partidistas, situación que generó continuas discusiones entre el entonces delegado estatal de morena y los regidores inexpertos en los juegos del poder.

Durante los dos años de las administraciones municipales, los 12 regidores de morena en Quintana Roo padecieron el hostigamiento de José Luis Pech y la persecución permanente de su testaferro, Omar Sánchez Cutis; la ambiciosa complicidad de estos dos personajes logró que los militantes originales de morena en Quintana Roo fueran eliminados de toda posibilidad de continuar con el trabajo comprometido y leal a López Obrador puesto que entre las trampas que Sánchez Cutis puso a los militantes y la venta de las candidaturas que realizó a priistas Pech en 2017, la estructura partidista de morena reducida a nada, dejando la puerta abierta para que socios priistas de Pech y Sánchez se filtraran a morena, eliminando de toda posibilidad de participar en la vida partidista a todos aquellos personajes que dieron tiempo, trabajo infatigable y sus recursos económicos para que morena fuera una realidad en Quintana Roo.

Esos personajes que después de lograr construir la esperanza de Quintana Roo, fueron defraudados por José Luis Pech, quien no solo les canceló la oportunidad de seguir construyendo un mejor futuro para las nuevas generaciones, sino también provocó la debacle de morena en el estado, por lo que desde este espacio le reviro sus expresiones hipócritas, ya que los hechos hablan por sí mismos y lo lamentable es que José Luis Pech es quien no tiene oficio político, no sabe crear la unidad, no sabe que después de arrebatar a los compañeros de partido las posiciones que por derecho les correspondían, debió establecer acuerdos, porque Pech no sabe realizar una operación cicatriz, puesto que no solo es torpe, sino también inexperto, ambicioso, hipócrita y traidor.

4 comentarios sobre “La mala memoria de un traidor

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  1. No cabe duda que si hablas de traiciones te recuerdo de dónde salió el presidente de la República y de que está conformado morena, no de traidores ? En fin creo que también tienes algo de mala memoria.

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  2. No cabe duda que si hablas de traiciones te recuerdo de dónde salió el presidente de la República y de que está conformado morena, no de traidores ? En fin creo que también tienes algo de mala memoria.

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  3. Buenos días, difiero totalmente de tu columna, hay un viejo dicho que cuando se avisa no hay traición y el Dr. Pech se con el total consentimiento de AMLO y actualmente si nos ponemos a ver irregularidades, corrupción y saqueos al erario nos daríamos cuenta que es el menos corrupto, es el más aceptable y si habla de los integrantes de Morena, se refiere a los alcaldes de Othón P Blanco, Felipe Carrillo Puerto y otros más, que traen a sus municipios por la calle de la amargura, no se puede tapar el sol con el dedo.

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