Mientras miles de trabajadores del Poder Judicial de Quintana Roo ganan apenas 6,000 pesos mensuales, el magistrado presidente Heyden José Cebada Rivas ostenta un ingreso mensual de más de 265 mil pesos, muy por encima de los 132 mil pesos que gana la presidenta de México y que ha dicho mantendra durante todo su mandato.
Esta brecha salarial es un reflejo del sistema de privilegios que ha reinado en el Poder Judicial de Quintana Roo, ahora amenazado por la reforma federal.
Aunque su sueldo base es de solo 13 mil 032 pesos, Cebada Rivas se beneficia de compensaciones que alcanzan los 119,522.50 pesos y bonos extraordinarios, como el «aguinaldo de compensación» de casi 400,000 pesos. Estas cifras no solo superan el ingreso presidencial, sino que evidencian un abuso de las arcas públicas para sostener lujos que no encuentran justificación.
En declaraciones recientes, el magistrado aseguró que su salario será reducido en un 25%, asegurando que la medida beneficiará a los trabajadores de menor rango. Sin embargo, estas promesas parecen tardías y forzadas por la presión de las reformas de austeridad implementadas por la administración federal. Uno se pregunta ¿Por qué no se tomaron estas medidas antes?
Las cifras revelan un panorama de excesos difícil de ignorar. En el que bonos por el día del padre, cumpleaños y primas vacacionales elevan el ingreso del magistrado presidente, mientras la mayoría de los empleados judiciales apenas logran subsistir. Este desbalance es un recordatorio de cómo los intereses de unos pocos han primado sobre las necesidades del colectivo.
Este diciembre seguramente como cualquier ciudadano, el magistrado Heyden Cebada Rivas pasara una triste navidad con casi medio millon de pesos en sus bolsillos por tan arduo trabajo realizo en el 2024.
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