Una tragedia conmocionó al fraccionamiento Villas del Sol cuando una niña de cinco años y su hermanita de dos fueron atacadas por un perro de raza pitbull en la calle Ostreros, cerca del cuarto parque.
La mayor de las niñas sufrió graves heridas en el rostro que requirieron una cirugía de urgencia, mientras que la menor fue atendida por múltiples mordeduras que necesitaron suturas. Testigos relatan que el ataque ocurrió mientras ambas jugaban en la vía pública.
Vecinos del área han alzado la voz exigiendo que el dueño del perro cubra los gastos médicos y asuma la responsabilidad de garantizar la seguridad de la comunidad. “Ayer fue ella, mañana podría ser cualquier otro niño”, señalaron con preocupación los habitantes de la zona.
El perro permanece en la propiedad de su dueño, lo que ha intensificado la inquietud entre los vecinos. Hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para tomar medidas que refuercen la seguridad, especialmente en lo que respecta a la tenencia de razas catalogadas como peligrosas.
La familia afectada agradeció el apoyo recibido hasta el momento y pidió la colaboración de la ciudadanía para afrontar los costos médicos de las niñas.
Este caso reaviva el debate sobre la tenencia responsable de mascotas y la implementación de regulaciones más estrictas para prevenir tragedias similares en las comunidades.
Noticias El Rumbo del Caribe 
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