La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reaccionó enérgicamente este lunes a las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump y a la campaña televisiva del gobierno de Texas, que ha sido ampliamente señalada por su contenido discriminatorio hacia migrantes de origen mexicano.
Tras la polémica generada por el comunicado de Trump —quien celebró la difusión de mensajes antiinmigrantes en medios estadounidenses— y la reciente exigencia del gobierno mexicano para que se retiren dichos anuncios de la televisión texana, Sheinbaum ordenó de manera inmediata iniciar el proceso para modificar la Constitución mexicana.
La reforma buscará prohibir que cualquier nivel de gobierno, nacional o extranjero, compre espacios publicitarios con fines de difundir campañas que inciten al odio, promuevan la discriminación o refuercen estereotipos contra personas por su nacionalidad, raza o condición migratoria.
“Lo que estamos viendo no es solo una campaña sucia, sino un acto de discriminación institucionalizada”, señaló Sheinbaum en un mensaje breve a medios. “México no puede permitir que, a través de recursos públicos, se promuevan mensajes de odio y racismo”.
La mandataria entrante instruyó a su equipo jurídico y a legisladores afines a trabajar con urgencia en la redacción de la iniciativa, la cual será presentada ante el Congreso a pocos días de su toma de protesta como presidenta.
El gobierno actual, por su parte, ya ha solicitado formalmente al gobierno de Estados Unidos y a las cadenas involucradas retirar los mensajes. La Secretaría de Relaciones Exteriores calificó los spots como “una campaña denigrante y xenófoba”.
Sheinbaum concluyó asegurando que su administración tendrá “tolerancia cero” frente a discursos discriminatorios, vengan de donde vengan.
Noticias El Rumbo del Caribe 
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