La noche de ayer, poco después de las 9:00 p.m., un perro de raza Alaska llamado Rulfo fue atropellado por una combi de transporte público —unidad 319— en la avenida Azulejos, entre avenida Sur y avenida Cerrada Ralladores.
Rulfo se había escapado de casa, y sus familiares lo seguían para intentar rescatarlo, cuando fue embestido por la unidad. El impacto fue fatal y el perro murió de manera instantánea. El conductor huyó del lugar sin asumir responsabilidad.
Minutos después, la dueña del animal intentó reanimarlo, pero en un acto reflejo de dolor, el perro la mordió. La mujer resultó lesionada, sumando así una afectación física directa al hecho. A pesar de ello, no recibió atención médica, en el momento hasta más de una hora después y debido a la insistencia fue que acudió una unidad de protección civil al lugar, en el lugar nadie ofrecido apoyo para cubrir gastos por la mordida y la perdida de su cachorro.
Delegados de la zona lograron que el conductor regresara, pero el seguro de la unidad determinó que no puede cubrir los daños, ya que no se trató de una persona ajena al evento vial ni de un bien material asegurado.
Además, se solicitó el apoyo del Centro de Bienestar Animal Municipal (CEBIAM), pero nunca acudieron. El cuerpo del perro fue llevado de regreso al domicilio familiar, donde permanece, ya que la familia no tiene medios para costear servicios veterinarios, atención médica ni el manejo del cuerpo.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha ofrecido respuesta ni retribución ante los daños sufridos por la familia.
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